jueves, 26 de enero de 2012

La palabra, la inspiración, el eco

Una escucha oportuna y una frase eficaz dicha a conciencia tienen eco. Y ese eco oficia de inspirador para nuevas comunicaciones y entender que el camino elegido es el correcto.
El eco no es siempre inmediato, porque como la inspiración, esa mujer indomable a la que siempre hay que esperar, anhelar, cortejar, buscar para que se acerque, no tiene reloj ni sentido de la oportunidad. A la inspiración también hay que buscarla, como la buscan los buenos músicos y los mejores poetas.
Caminaba por la calle cuando llegó a mi celular un mensaje de texto de un teléfono que no tenía registrado en mis contactos: 
A lo mejor no es nada lo que quería decirte.  Es  que las veces que me escuchaste me sirvió . Muchas de las cosas sobre mis problemas y a pesar que día a día tenemos una consigna para realizar, siempre es bueno ser agradecido. Yo a lo mejor en algún momento te pueda devolver las palabras de aliento que te sirvan para ganar alguna batalla que creas que hayas perdido un abrazo amigo 
No resistí el peso de la duda y devolví el mensaje con un llamado. Era un hombre que hacía 5 años había trabajado conmigo, en otro sector distinto al que yo dirigía. Escribió ese mensaje recordando dos situaciones que tenía muy nítidas en la retina y que me sirvieron a mi para volver atrás en el tiempo y pararme en aquella esquina de Avellaneda donde él me encontró esperando un colectivo. Esa charla duró el paso de unos cuantos ómnibus que yo no detuve. Esa charla disparó tres frases que él recordaba con mayor precisión que yo y sobre las que no estoy seguro de ser su autor exclusivo. Es probable que estén contaminadas o sean el producto derivado de otras mejores, perlas de alguna canción, de algún texto. Era el eco de un mensaje emitido 7 años atrás.
Luego se trasladó a otra en la puerta de la empresa y que también trajo sus lógicas consecuencias posteriores. La conversación telefónica terminó en un agradecimiento.
Nuestros actos tienen consecuencias sobre quienes nos rodean.
En los cursos sobre Coaching, Liderazgo y Motivación hablo sobre el trabajo de pensar para elegir correctamente las palabras adecuadas que quienes nos escuchan necesitan para tener el envión que  les permita continuar andando. Un trabajo arduo íntimamente ligado a la esperanza de construir un mundo mejor.
Este estilo de dirección es un trabajo diario que hoy surge naturalmente, pero que al principio costó tanto como todo aquello que es nuevo para nosotros.
No duden que el tiempo que le decicamos a la gente está bien invertido. Observen el interés que me redituó 7 años después. Es un banco privado y tiene una cartera de clientes exclusivos.