jueves, 2 de mayo de 2013

Algo más que fútbol


En el primer duelo de la  final de Copa europea, el Barcelona había caído 4 a 0 frente al Bayern Munich. Dar vuelta el resultado como locales era más que una hazaña deportiva. Como es un equipo experimentado en remontar resultados adversos, uno de sus referentes, su primer marcador central, Gerard Piqué declaró antes del partido: “El que no crea que se quede en casa”. Y luego afirmó: “Tenemos que tener la ilusión de un niño y perder el sentido común, porque si reflexionamos sobre esta realidad parece imposible”. Yo pensé aquí está resumida la esencia del porqué este es el mejor equipo de todos los tiempos.
Para la prensa, una parte de la sociedad y el mundo del fútbol los resultados mandan, pero se olvidan del camino que se elige para conseguirlos. Porque como en la vida en sí, hay gente exitosa económicamente pero que no ha llegado a esta posición por la  vía legal. No da lo mismo cualquier éxito, hay que  conseguirlo con honestidad. Y este equipo es  honesto con su filosofía de juego.
Podemos decir que tenemos la suerte de ser contemporáneos a esta maravilla, a esta exposición cabal de lo que significa trabajar en equipo. Yo he visto jugar al Barcelona, señores. Y entre eso y el arte no hay diferencias.
Hoy con el resultado puesto, los analistas opinan sobre “el fin de un ciclo”, “la superioridad alemana”, “la dependencia de Messi”, “la ida de Guardiola, su ex entrenador y responsable de la conformación y sistema de juego de este plantel. Se olvidan claro que el Barcelona está en la cresta de la ola deportiva desde el 2007, de todos sus títulos, de todas sus  demostraciones de buen fútbol, admirado por todo el planeta. Parece ser que partido enterró todo lo anterior. No creo que el Bayern Munich, y lo digo con respeto, pueda mantener tanto tiempo esta supremacía. No es fácil mantener el equilibrio mental en un plantel con tal grado de competición permanente. Y que conserven la  humildad y el respeto por el rival, que además sean buenos perdedores y admitan: “Lo cierto es que hemos llegado un poco justos a la fase final de la temporada y sólo podemos felicitar al contrario, que ha sido muy superior a nosotros. Ahora es momento de cerrar la Liga y tomar decisiones importantes para el año que viene”.
Cuando se alcanza tal generosidad en el esfuerzo,  tal despliegue colectivo en función de un objetivo común, cuando se respeta la esencia de lo que se quiere demostrar en un campo de juego, cuando se hace poner de pie al espectador para aplaudir lo que acaba de ver, están muy lejos los críticos y especialistas en entender de qué se trata.
Una buena clase de trabajo de  equipo puede resumirse en sentarse a ver jugar al Barcelona.