viernes, 27 de junio de 2014

La dirección según Pep


Desde julio de 2008 hasta junio de 2012, Josep Guardiola fue el entrandor del FC Barcelona, con el que ganó de manera consecutiva, los seis títulos a los que aspiraba el equipo (la Copa del Rey, el título de la Liga, la Liga de Campeones de la UEFA, la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. De este modo, Guardiola se convirtió en el primer entrenador de fútbol en el mundo en conseguir seis títulos oficiales en un mismo año.
Esto dice el programa de la charla que brindó Guardiola en el Luna Park.
No dice que este equipo fue el que nos ha maravillado con su fútbol. El que nos ha llenado los ojos.
En el escenario, estaban dispuestos los sillones como en un living. A su izquierda Juan Pablo Varsky, un rato Guillermo Francella y otro rato, como invitado Gerardo Martino.
Yo le presto especial atención a tipos como Guardiola. Dirigen un grupo compuesto por personas diferentes con habilidades y funciones distintas. Tiene que amalgamarlos, administrar sus egos, protegerlos de la depredación de la prensa. Porque está claro que cuando se repasan los momentos de la victoria son argumentos. En la derrota son excusas. Y el éxito, solamente el éxito es lo que mantiene a un entrenador en su puesto.
Según Del Bosque refiriéndose a los jugadores: “Nosotros pensamos en ellos. Y ellos piensan en ellos”
Sus perlas:
“Cuando se planifica un partido, el jugador espera que se le diga que va a suceder y cómo puede sacarle mejor provecho a la situación con su juego”. La lectura de Guardiola, siempre precisa, hizo que creyeran ciegamente en lo que transmitía.
“Claro que hay preferidos. Uno cuenta con jugadores como Mascherano, que interpretan inmediatamente lo que uno quiere transmitir y lo aplican a la perfección. Siempre quiero contar con él en cualquier equipo”
“Todos nosotros buscamos que nos quieran. No alcanza el éxito deportivo, el dinero, los flashes. En el fondo buscamos ser reconocidos y queridos”
Cuando uno dirige negocia. El otro quiere saber cuál va a ser su rédito por cumplir la función que le pide su entrenador. Y uno tiene que explicarle y convencerle de porqué rendirá más. Al jugador le interesa destacarse.
En todo equipo cuando hay un jugador que hace la diferencia, cuando se elige que reciba la mayor cantidad de balones porque su potencial es superior y con él, el equipo entero mejora, el campo de juego termina dando el veredicto sobre si esa decisión fue la correcta.
Las victorias inspiran confianza y de alguna manera le dan la mano a otras victorias.
¿Cómo hiciste para convencer a Mascherano que jugara de central? Le dije juegas ahí o no juegas (risas en la sala) Analizamos que por sus características, podía claramente cumplir ésa función. Cuando se adaptó fue brillante. Me gusta dialogar con los jugadores pero soy yo el responsable de tomar la decisión final de quiénes entran al campo y cómo tendrán que jugar.
Martino contó que sale campeón con Newells y lo llaman del Barcelona. No había tiempo para planificar ni hacer temporada. Tenía que tomar la decisión de aceptar de manera rápida. Guardiola estuvo de acuerdo y dijo: “Cuando te llama el Barcelona tienes que ir nadando”
Con Francella compararon la función del entrenador de un equipo y un director cinematográfico. Aceptamos nuestro papel y confiamos que el director eligirá las escenas y editará, lo que hará una obra que puede parecerse o no a lo que pensamos.
Cuando se habló de la dirección en teatro y el rol de cada actor, Guardiola remató: “Es importante que el actor secundario entienda que ése es su papel y no quiera ocupar el de protagonista”
Este hombre es creíble y querible. Su poder de comunicación y transmisión de las ideas, su elocuencia, su método, su respeto por el dirigido convencen. Y no existe fuerza capaz de oponerse a un grupo de personas que están convencidas de lo que hacen.

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